miércoles, 2 de marzo de 2011

Armando el caparazón










Por estos días sigo de tirón
en el envión de la cometa.
Y se pasaron casi tres meses
que duraron y valieron como nueve...
Estoy lista para soltar el hilo...
La clave está en no mirar ni atrás ni abajo.

Creo que entiendo lo del caparazón de las tortugas,
esos cuadrados cada vez más sólidos y erguidos.
Como las tortugas no saben de barriletes,
construyen sus delirios en su propia casa.

Y lleva tiempo juntar coraje.
¿qué pasará?
Esta materia que me compone,
que solidece y recuadrea,
¿me dejará flotar?

Me siento adulta y no vieja.
Y además (shhh!!!)
me gusta...